GTD Básico: Enfoque horizontal y vertical

El enfoque horizontal es la clave para tener un control relajado sobre tu actividad diaria. Consiste en definir con claridad los resultados que quieres—tus proyectos—y las próximas acciones necesarias para llegar a ellos, así como crear recordatorios en un sistema de confianza que revises con regularidad.

Para que ese control tenga sentido hay que enfocarlo con cierta perspectiva. Es lo que se llama enfoque vertical, y te proporciona la visión necesaria para poder identificar soluciones y definir las tareas adecuadas, tomar decisiones y afrontar cuestiones críticas, como por qué tienes que hacer un determinado proyecto.

Tanto el control como la perspectiva son necesarios para gestionar eficazmente tus compromisos.

La Planificación Natural es una forma de aplicar el enfoque vertical a cada uno de tus proyectos. El Modelo de 6 Niveles es otra forma de enfoque vertical orientada a la jerarquía de niveles sobre la que se asientan tus prioridades.