Captúralo todo. Luego deshazte de lo que sobre

Si sigues la filosofía GTD en tu organización personal ya sabes que uno de sus principios más importantes es capturar rápidamente y sin pensar todo lo que llega a tu mente, de manera que puedas continuar con lo que estabas haciendo sin distracciones.

Sí, es más fácil decirlo que hacerlo. Porque no siempre lo haces, ¿verdad? Esto te ocurre porque tienes la manía de “pensar” mientras estás recopilando. No puedes evitarlo. Tienes algo en la cabeza, pero no parece demasiado importante, así que no lo capturas. O bien piensas que es sólo una idea que seguramente no ejecutarás, así que no la capturas. O crees que hay un 95% de probabilidades de que esa idea, acción, información, o lo que sea, termine en la papelera de tu sistema organizativo, así que ¿por qué molestarse?

Pues bien, además de los beneficios que ya conoces, capturar te proporciona un beneficio psicológico importante que probablemente estás pasando por alto: Cuando capturas absolutamente todo y, más tarde, haces el ejercicio de aclarar qué significa realmente cada una de todas esas cosas que has capturado (aunque solo sea para decidir no hacer nada y eliminar ese elemento de tu sistema) consigues tener una consciencia plena de lo que vas a hacer y también de lo que no debes hacer.

Este método te ayuda a estar siempre bien enfocado. Te obliga a llevar un dieta saludable de cosas incompletas con las que quieres lidiar en tu universo personal. Captúralo todo, aunque sea para tirarlo a la papelera.