Por qué necesitas GTD si trabajas solo

Si trabajas solo, eres autónomo, freelance o un emprendedor solitario, hay muchas probabilidades de que, en tu actividad diaria, te enredes haciendo cosas urgentes que no te llevan a ningún lado. También es muy fácil que el tiempo vuele cuando haces cosas que te resultan agradables, aunque sean totalmente improductivas. En efecto, tu conexión a internet puede ser una trampa mortal.

Cuando trabajas en un entorno corporativo, tienes una responsabilidad mucho más definida y recibes presión para hacer las cosas, tanto de tus superiores como de tu equipo e, incluso, de tus subordinados. Si no tienes nada ni nadie que te guíe, resulta bastante normal perder algo de perspectiva de vez en cuando, y dedicarte a hacer aquello que tira de tus emociones, bien porque te gusta o te apetece más, bien porque algún cliente ha sabido tocar tu orgullo.

A las 11 de la mañana de un día cualquiera tienes muchas más opciones que alguien que trabaja en una empresa. No sólo puedes terminar de desarrollar esa característica tan novedosa de tu producto o servicio, o terminar ese diseño que tienes a medias, o enviar esos correos que tienes pendientes. También puedes ir a tomar un café con ese amigo que hace tiempo que no ves, ir al gimnasio o ir a hacer la compra. Qué debes hacer en cada momento no es tan obvio como puede parecer. A lo mejor ir a hacer la compra es la acción más importante si tienes la nevera vacía y quieres comer ese día.

La libertad que consigues al trabajar solo es fantástica, pero a su vez resulta también un handicap importante para tu productividad. No tienes un jefe, un equipo, una estructura corporativa que te empuje a hacer las cosas. Toda la responsabilidad es tuya y eso, amigo mío, no resulta tan atractivo como muchos se creen. Si no quieres que tu sueño de libertad se desmorone, necesitas crear estructuras que te recuerden cuáles son tus responsabilidades, qué compromisos has adquirido o desarrollado, qué es lo importante, por qué haces lo que haces y hacia donde te diriges.

Necesitas un método de organización personal que, además de ayudarte en tu flujo de trabajo diario, te permita conectar ese trabajo con tu visión de la vida. Que te permita tratar tu vida personal de la misma forma y con la misma importancia con que tratas tu vida profesional. Que te permita planificar tus proyectos de forma natural y adaptarte rápidamente a cualquier cambio. Y que te permita hacer todo eso de una forma relajada, sin estrés. El único método que permite hacer todo esto se llama GTD.

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