Haciendo que todo funcione

Para llevar una vida efectiva necesitamos hacer que las cosas pasen y, para ello, deberíamos ser capaces de involucrarnos con nuestro mundo de un modo que nos permita obtener las experiencias que andamos buscando.

Durante el último siglo han aparecido innumerables enfoques para lograr esto, aunque la mayoría de veces han sido enfoques parciales únicamente relacionados con el mundo profesional. Se echaba de menos un modelo de efectividad que abarcara el mundo con el que se relaciona cada individuo como un todo, incluyendo todas sus partes.

El trabajo no es solo estar empleado en una empresa. Las tareas de casa, criar a los hijos, colaborar con la comunidad local, disfrutar de las aficiones y todo ese tipo de cosas… todo eso es trabajo.

Y enfrentarnos a nuestro trabajo, sea de la naturaleza que sea, puede ser agobiante o puede ser divertido. La diferencia está en conocer el propósito, los límites, y las reglas de cada partido que tienes que jugar. Cuando no se conocen o no están claras estas cuestiones, el trabajo genera estrés y tendemos a desarrollarlo de manera poco efectiva. Cuando conocemos todos los parámetros, la vida puede ser un juego.

Dice David Allen que el juego del trabajo y el negocio de la vida son la misma cosa. En última instancia, necesitas un sistema de confianza que aplicar para alinear tu pensamientos con tus recursos y poder enfrentarte con claridad a tus trabajos, sean estos negocios, relaciones familiares, asuntos relacionados con tu bienestar personal, entretenimiento, etc.

Cuando internalizas los hábitos necesarios para ser efectivo en tu trabajo profesional, puedes aplicarlos de manera consistente en cualquier aspecto de tu vida personal, y viceversa.

El flujo de trabajo de cinco pasos de GTD es la forma más efectiva de tener control sobre tu entorno. Estos pasos te permiten gestionar adecuadamente todos tus compromisos, transformando todas las cosas que permites entrar en tu vida en un conjunto real de acciones y resultados que puedes revisar en cualquier momento.

(1) Capturas aquello que llama tu atención, (2) aclaras lo que significa cada cosa y qué vas a hacer con ella, (3) organizas los resultados, que te plantean opciones (4) sobre las cuales reflexionas, (5) y entre las que eliges para actuar.

Igualmente, hacer una evaluación de los seis horizontes de enfoque que conforman tu vida te permite tener claras tus prioridades y tomar las mejores decisiones posibles sobre dónde poner tu atención en cada momento de tu vida.

(1) El propósito es aquello que da sentido a tu vida, (2) la visión es la imagen de ti mismo que te gustaría proyectar en un futuro no muy lejano, de tres a cinco años, (3) tus objetivos son los logros que quieres alcanzar en el término medio, normalmente en uno o dos años, tanto en tu vida personal como en tu trabajo, (4) las áreas de enfoque son las diferentes facetas de tu vida y tu trabajo que quieres mejorar o mantener a un buen nivel, (5) los proyectos son cualquier resultado que requiere más de una acción para su resolución, (6) y las acciones son todas aquellas cosas que necesitas hacer para construir los niveles superiores.

Entender el flujo de trabajo de GTD y sus horizontes de enfoque es la base para aplicar el método y obtener los beneficios más directos de la productividad sin estrés: más control, energía, enfoque, y creatividad.

Sin embargo, sigue habiendo un gran espacio entre la comprensión de estos conceptos y su implementación. Hay muchos detalles que se escapan a primera vista y que los practicantes de GTD van puliendo y mejorando a lo largo de los años, no sin antes caerse varias veces de la tabla (aplicar bien el conocimiento requiere esfuerzo, no hay pastillas mágicas para esto).

Los principios que subyacen bajo esta metodología tienen implicaciones que van más allá de un sistema de organización personal. Getting Things Done es casi una filosofía de vida.

Todavía hay mucho que hacer, muchos matices que entender y algunas capas de conocimiento que abrir y expandir. En los próximos artículos me voy a centrar en el libro Haz que funcione, un libro posterior a Organízate con eficacia con el que David Allen intenta ahondar en la metodología y crear un mapa con el que cualquiera puede mejorar sus habilidades para gestionar adecuadamente y al unísono tanto su vida personal como la profesional. ¡Te espero!