La productividad sin estrés existe

Hace unos quince años asistí a un curso de creación y gestión de empresas en la Universidad de Alicante. El curso duraba diez semanas y las clases eran impartidas por diferentes profesores, casi todos consejeros o ejecutivos en grandes y medianas empresas.

Las fechas de vencimiento están cerca. Un empleado ausente te fuerza a reasignar su trabajo a otros que ya se están quejando. Llega un email que cambia la dirección de tu día. Los mensajes de texto no dejan de llegar a tu móvil. La impresora se ha quedado sin tinta y nadie sabe por qué no hay más cartuchos en la oficina.

Procesar y aclarar son los dos nombres por los que se conoce la segunda etapa del flujo de trabajo de GTD.

La multitarea es un mito, al menos en el caso del ser humano. Resulta que esa habilidad para realizar varias actividades al mismo tiempo que parecen tener algunos gladiadores de la vida moderna no existe como tal.

Muchas empresas organizan espacios de trabajo abiertos para que todos los empleados estén en constante comunicación, porque creen que una mayor colaboración les permitirá ser más productivos. Las dinámicas de brainstorming en grupo se utilizan una y otra vez como mecanismo para obtener más y mejores ideas acerca de cualquier asunto. En nuestra sociedad, y sobre todo en el mundo empresarial, se sobrevalora el trabajo en grupo y se infravalora el trabajo en solitario.