La productividad sin estrés existe

Después de muchos años practicando GTD — y tras algún que otro tropezón — he conseguido una vida en la que ni el orden ni la organización son ningún problema para mi porque están tan integrados en ella que ni que doy cuenta de que existen.

Si eres como la mayoría de las personas, seguramente te gusta tener la casa limpia pero no te gusta nada limpiar. Además, seguramente te apetece menos limpiar cuanto más sucia está la casa. A medida que se va acumulando el polvo, la cantidad de ropa sucia va aumentando y el desorden se va generalizando, la idea de ponerse a limpiar cada vez parece más terrible. Y todo está cada vez más sucio. Y ganas de limpiar, cada vez menos.

En un sistema de productividad personal al estilo GTD, probablemente la categoría más importante de elementos que no requieren acción la constituyen aquellas cosas sobre las que no tenemos intención de hacer nada por el momento, pero queremos volver a considerar más adelante.

Hoy quiero compartir con vosotros un comentario que hace unos días publicó un chico de Ottawa (Canadá) en LinkedIn. Su nombre es Aatik Chopra y me encantó la manera en que, con unas pocas y sencillas palabras, definió en qué debería consistir la búsqueda de la felicidad:

¿No te ha ocurrido alguna vez que estás concentrado durante horas intentando solucionar un problema sin conseguirlo y, un par de días después, cuando ya te habías olvidado, te despiertas de repente en medio de la noche con la solución en la cabeza? ¿O quizás la solución te ha llegado cuando estabas relajado tomando una ducha caliente?