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Hace un par de décadas tomé la peor decisión financiera de mi vida. Invertí casi todos mis ahorros en una empresa que quebró unos meses después. Aunque en su momento me pareció una decisión bastante racional (aunque no carente de riesgo), lo cierto es que no lo fue. Tomé esa decisión en un momento de euforia, justo después de obtener un pequeño beneficio con otra inversión similar.

Sé más eficaz: 52 claves para mejorar tu productividad en la vida y en el trabajo es seguramente el libro menos conocido de David Allen. Fue publicado en 2003 y consiste en una recopilación de 52 artículos que profundizan en diferentes aspectos de la metodología GTD. Aspectos como tener las cosas claras para ser más creativos, enfocar el trabajo de forma productiva, crear estructuras que funcionen y saber relajarse a pesar de estar en movimiento.

A pesar de que estamos en una época en la que existen herramientas lo suficientemente productivas como para reducir buena parte de nuestro trabajo y permitir que nos dediquemos a cosas más importantes (incluyendo cosas que no tienen que ver con nuestro trabajo, como el ocio, la familia o amigos), nos empecinamos en cambiar las reglas sociales para que emplear la mayor parte de nuestro tiempo trabajando continúe siendo siempre lo normal.

Es una realidad que hoy en día, de manera inconsciente pero implacable, no hacemos más que entrenar nuestro cerebro para reducir su capacidad de atención. Nuestro entorno se ha convertido en una gran cacofonía llena de distracciones y es francamente difícil ignorar todo ese ruido durante mucho tiempo.

La toma de decisiones tiene un impacto directo en tu efectividad. Desde las decisiones más simples hasta las más trascendentales, cada elección que realizas influye en la dirección que tu vida va tomando. Para tomar decisiones de una manera efectiva es necesario evaluar cuidadosamente las opciones, considerar las consecuencias a corto y largo plazo, y estar dispuestos a asumir la responsabilidad de nuestras elecciones. Este proceso requiere un esfuerzo mental importante, que a su vez consume buena parte de nuestra fuerza de voluntad.